Comencé a los 14 años en una pequeña compañía de teatro y, desde entonces, me ha acompañado siempre. Tras licenciarme en pedagogía y diplomarme en arte dramático he mezclado ambas pasiones de manera incansable y en el camino he ido descubriendo cómo crear proyectos con alma. La esencia de cualquier plan, programa o actividad concreta tiene que ver con las personas que lo integran, y es en esos procesos de creación donde determinadas estrategias pedagógicas dan vida a la humanización y calidad de proyectos. Y es que aportar un plus a la asistencia en salud o social a través de acciones creativas y de compromiso con las personas es el sello que pongo en cada trabajo.

Tengo una inquietud constante por aprender y a la vez estoy aprendiendo a desaprender.

Indago entre teatro profesional y personal. Teatro para la vida, en definitiva. Algunas grabaciones, escenificaciones, presentaciones, lo que surge y lo que me invento forman parte del motor que me mueve. Colaboro, también,  en los seminarios de innovación y emprendimiento social de la Consejería de Salud, en festivales de cine, con asociaciones de pacientes o a través de mi compañía de teatro.

Debido a la experiencia adquirida tras 13 años trabajando en la gestión de proyectos de humanización y promoción de la salud en un hospital del  Servicio Andaluz de Salud, he ido desarrollando estrategias  pedagógico- artísticas que forman parte de mi bagaje. De lo que soy.

En estos años he vivenciado la potencialidad del movimiento terapéutico y de cómo puede implicar una educación del pensamiento a través del acto motor. Me he especializado en psicología social y he integrado el poder curativo del teatro y la expresión corporal en procesos vitales de muchas personas.

Dos profesiones, dos pasiones. Cuando puedo las mezclo, cuando no, yo ya estoy mezclada.